
Consiste en la inyección a presión de una mezcla de cemento de alta consistencia, la cual forma un bulbo de inyección que comprime y densifica el terreno.
El principio de este procedimiento se basa en la utilización de mezclas – morteros de inyección muy rígidos y de poca movilidad, que tienden a formar bulbos estables en terrenos sueltos, que no producen fracturas en el área colindante al mismo, ni consumos excesivos de mortero.
Entre las aplicaciones más usadas, se pueden citar:
- Submuración de fundaciones existentes.
 - Realización de obras de fundación.
 - Recompactación de terrenos descomprimidos.
 - Mejoramiento de suelos sensibles a la liquefacción ante solicitaciones sísmicas
 
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